La espirulina parece ser de las que más cuesta, así que aquí viene mi receta para amigarse con esta alga maravillosa:
- 4 peras hermosas (es muy importante que sean bellas, que las empieces a comer con los ojos). Según la temporada, puede ser cualquier otra fruta dulce, aquí es otoño y las peras se ofrecen sensualmente desde los árboles.
- 1 cucharadita de espirulina (y si te resulta muy terrible, arranca con media cucharita o menos, para que se diluya en el abrazo de la pera).
- 1 cucharadita de algarroba (puede ser otro endulzante, como panela o stevia. El dulce camufla el sabor fuerte del alga).
- 1 cucharadita de canela, porque sí, porque me encanta!!!
Todo a la máquina con un buen chorro de agua, hasta que quede cremoso y suave. Y a beberlo al sol!